Otra excusa
Nada suena, nada avisa
Por qué no soy ese pedrusco que se introduce en tu garganta
Que te ahoga, que te agobia
si acaso …
deja la otra mitad para mi… agobiándome en tu agobio…
de saberte pensativa… desvelada en mi
No me basta una mano para atragantarme con piedras
Deseando que ahí se queden… sabiéndome humano
Sabiéndome brazos… doloridos, cansados…
silencio es silencio…
estás callada… no te escucho… no hay
¡No hay!
sordas las muecas, las cavilaciones, las palpitaciones…
la noche se desliza… cuenta una historia…
Las piedras saben de dolor, saben del día y la noche
De la luz, de la luna y las canciones
Saben sobre lo amargo, lo dulce, y el ahogado nocturno
Yo no conozco la noche, ni las bestias que la habitan
Sé de palabras, de razón, de alma,
Las piedras susurran sangre… enseñan su calor… en el placer dolor…
¡Si pudiera comería montañas!
¡Si pudiera te daría la mitad!
En esa noche fría donde las piedras viajan a mi garganta...
Exhalando soledad…
- Joaquín
Joaquín
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